jueves, 13 de septiembre de 2007

Abrir la boca sin chistar

Los coreutas somos una raza aparte.
Viajamos apretados, con sed, con calor o tiritando; mojados de lluvia o de sudor pero todavía cantamos . Toleramos todo, por hacer música.
Nuestra alianza de casamiento es la carpeta. Si nos la olvidamos, perdemos la vida.
Atravesamos tanta pampa para debutar por unos...15 minutos : ¿No somos raros?.
¡Ay del que recién empieza!.
Cree que en el concierto nos darán un camarín con mucama y todo, que los coros que participan con el nuestro, serán amigables, anhelantes de aprender unos de otros, buenos anfitriones....
Que será re-divertido cantar una zamba como los Chalchaleros... o un tango como María Graña; divagará sobre supuestas futuros avances de su voz hasta llegar a cantar como Pavarotti.
Pensará que en los ensayos descansará de los problemas de la oficina, mientras el director se rompe la cabeza solito para lograr que todos entren a tiempo!.
Dejará para el ensayo la tarea tediosa como limarse las uñas, conversar de todo lo que le pasó en el día con su compañero de cuerda, armar fiestas de camaradería... ah... qué placer sentirá de ver a toda la familia reunida en el concierto, solamente para escucharlo!...
Pensará que la prensa se ocupará de escribir editoriales en la página de "cultura" , las que repercutirán hasta llegar a oídos del jefe de gobierno.
Pensará que hará escuchar hasta los autores más insólitos, a los niños de las escuelas, los geriátricos o los hospitales ... En fin, que estará cumpliendo una misión de embajador de la Institución que representa ....
Después de diez años, sin sabe por qué , admite que su nivel de frustración llegó tan alto como para saber abrir la boca sin chistar .

Martacheli

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